El debido proceso y la protección judicial tienen su razón de ser en permitir que los derechos de niñas, niños y adolescentes sean respetados. Se afi rma en el capítulo que el derecho a recibir asistencia letrada viene a ser una medida de especial protección ya que otros principios no pueden garantizarse sin que dispongan de asistencia profesional. La representación permite que los niños, niñas y adolescentes sean representados directamente y no mediante otras personas. De ahí entonces que es necesaria en procesos judiciales frente a la comisión de delitos.
La Defensoría de la Niñez tiene facultades de representación jurídica de niños, niñas y adolescentes. Sin embargo, tales facultades de representación están restringidas legalmente a acciones de protección y amparo constitucionales, y a la interposición de querellas con motivo de la comisión de determinados delitos violentos, pero no incluye la representación de ellos y ellas a todo evento.
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