En relación a la aparición de niños, niñas y adolescentes en la franja electoral, la Defensoría de la Niñez expresa lo siguiente:

La participación de niños, niñas y adolescentes, en cualquier instancia en que quieran estar, debe ser siempre libre y voluntaria, evitando ser influida de manera indebida por adultos, permitiendo que sea reflejo fiel de su opinión y su voz, en razón de su edad, etapa de desarrollo y madurez.

Los principios para una participación efectiva de los niños, niñas y adolescentes surgen de la Convención sobre los Derechos del Niño, y se estructuran en torno a la generación de espacios adecuados, donde su voz sea respetada y escuchada por quienes deben tomar las decisiones que les afectan. Esta participación debe, además de ser siempre voluntaria, permitirles contar con información plena, inclusiva, segura, responsable y debe prevenir y evitar exponerles a riesgos al participar.

En este sentido, y a pesar de que exista asentimiento y consentimiento para la participación, del NNA y su adulto responsable, respectivamente, la participación puede considerarse inapropiada o perjudicial para su desarrollo armonioso e integral, razón por la que resulta fundamental que antes de promover la aparición pública de un niño, niña o adolescente, en los medios de comunicación o redes sociales, se pondere el impacto que aquella tendrá en su vida, teniendo como única consideración primordial su interés superior y la efectiva protección de todos sus derechos, evitando consecuencias, inmediatas o futuras, que afecten su desarrollo vital.

Considerando la lamentable aparición de un niño, realizando un gesto con el dedo en contra de una de las opciones del plebiscito recién pasado, en el segmento de independientes de la franja electoral, correspondiente a “La Lista del Pueblo”, como Defensoría de la Niñez hacemos un especial y urgente llamado a esta Lista, y a todas las candidaturas en el país, a que respeten y promuevan los derechos de niñas, niños y adolescentes, en tanto sujetos/as de derecho, titulares del derecho de participación, de conformidad a lo establecido en la Convención sobre los Derechos del Niño, evitando exhibirles ejecutando acciones que les expongan indebidamente a cuestionamientos públicos, que eviten traspasarles tristes odiosidades que como adultos muchas veces no evitamos en nuestras relaciones y que, de ese modo, se comprometan de manera efectiva con su desarrollo armonioso e integral, sin imponerles concepciones ni acciones propias de edades distintas de aquellas que se encuentran transitando, asegurándoles el ejercicio efectivo de su derecho a participar, pero con estricto resguardo a su derecho a la intimidad, imagen y honra.

Como Defensoría de la Niñez esperamos y confiamos que todo adulto que pretenda ejercer un cargo público de elección popular tenga un compromiso efectivo y real con los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes y, consecuente con él, no les instrumentalice ni utilice, de manera alguna, con fines propios de intereses adultos alejados de los que ellas y ellos pueden tener y/o expresar.