Cuando es el niño, niña o adolescente (NNA) quien se acerca a contar una situación, como adultos debemos:
- Procurar estar en un lugar privado, sin presencias de terceros. Brindar un clima de confianza.
- Escuchar lo que cuenta, sin hacer preguntas, permitiendo que sea el propio niño, niña o adolescentes quien cuente lo que quiera y/o pueda relatar de la situación. De esa forma, evitamos generar una mayor afectación y victimización secundaria. Es relevante considerar que posteriormente, durante la investigación penal, en caso de un delito, el niño, niña y adolescente será entrevistado por profesionales especializados, para conocer con más detalle esa situación vivida.
- Agradecer la confianza de contar. Es un acto de confianza significativo, que muchas veces no es fácil y les ha tomado mucho tiempo.
- Mantener la tranquilidad, no sobresaltarse ni generar una sobre reacción frente a lo que cuenta.
- No juzgar ni cuestionar lo que está contando. Por ejemplo, no decir “no puedo creer lo que me estás diciendo” o “¿estás seguro/a de lo que me estás contando?”.
- No hacer juicios en contra de las personas involucradas en la situación.
- No presionar al NNA a contar más o a dar detalles de la situación. Permitir que hable libremente, respetando sus silencios y pausas.
- Preguntarle cómo podemos ayudarlo/a, eso le entrega una señal de que fue escuchado/a y comprendido/a.
En términos legales, si los hechos develados son constitutivos de delito, de acuerdo al artículo 173 del Código Procesal Penal, cualquier persona puede realizar la denuncia, ya sea ante el Ministerio Público, Policías, y Tribunales con competencia penal.